Detalles del Artículo
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Título Artículo La búsqueda de la teoría finalArtículo de Revista
Parte de Investigación y Ciencia
N. 470 (Nov. 2015)
Pagina(s) 66 - 73
Autor(es) Powell, Corey S. (Autor)
Idioma Español;
Resumen El instrumento con el que Leslie Rosenberg intenta comprender el universo parece una improvisada caldera doméstica cubierta con cables y embutida en un gran frigorífico subterráneo. El experimento, alojado en un laboratorio adyacente a la Universidad de Washington, consta de una cámara de vacío superenfriada y equipada con un detector de axiones, una clase de partículas que, por el momento, siguen siendo cien por cien hipotéticas.
Rosenberg lleva tras ellas desde principios de los noventa, cuando era un investigador posdoctoral en la Universidad de Chicago. En todo este tiempo ha trabajado en un experimento tras otro, alcanzando una precisión cada vez mayor, pero siempre con el mismo resultado negativo. Con todo, no ceja en su empeño por lograr una detección que, a la postre, podría contribuir a rescatar la mayor —y más malhadada— idea de Albert Einstein.
El instrumento con el que Leslie Rosenberg intenta comprender el universo parece una improvisada caldera doméstica cubierta con cables y embutida en un gran frigorífico subterráneo. El experimento, alojado en un laboratorio adyacente a la Universidad de Washington, consta de una cámara de vacío superenfriada y equipada con un detector de axiones, una clase de partículas que, por el momento, siguen siendo cien por cien hipotéticas.
El instrumento con el que Leslie Rosenberg intenta comprender el universo parece una improvisada caldera doméstica cubierta con cables y embutida en un gran frigorífico subterráneo. El experimento, alojado en un laboratorio adyacente a la Universidad de Washington, consta de una cámara de vacío superenfriada y equipada con un detector de axiones, una clase de partículas que, por el momento, siguen siendo cien por cien hipotéticas.
Rosenberg lleva tras ellas desde principios de los noventa, cuando era un investigador posdoctoral en la Universidad de Chicago. En todo este tiempo ha trabajado en un experimento tras otro, alcanzando una precisión cada vez mayor, pero siempre con el mismo resultado negativo. Con todo, no ceja en su empeño por lograr una detección que, a la postre, podría contribuir a rescatar la mayor —y más malhadada— idea de Albert Einstein.