Las acciones y campañas de márketing deben seguirse en su implementación, pero también re formularse según la evolución que muestren. Es un paso no solo importante, sino muy necesario para asegurar su rentabilidad. Hablamos del valor de la experimentación: testar campañas y productos sobre ‘targets’ definidos para disponer de resultados que nos indiquen si es necesario o no que reorientemos una determinada acción antes de que esta finalice. Se trata de monitorizar, en suma, nuestras iniciativas para conocer su evolución y su rendimiento, en especial, para determinar su ROI.