El siguiente texto, es la mirada de un maestro de aula que ha vivido en carne propia el impacto de una Ley en la que habían fincadas enormes espectativas para aportar al mejoramiento de la calidad de la educación, de la profesión docente, la práctica pedagógica y la institución educativa en general. Era esa la apuesta de académicos e intelectuales que la promovieron. Realizado un balance, veinte años después; observamos que, la mayor parte de sus definiciones y mandatos, siguen en la esperanza, más allá de su necesaria realización. Parte de ese estado son los Proyectos Educativos Institucionales, con los que se buscaría una nueva manera de gestión de los distintos componentes en las Instituciones y Centros educativos del país.