En Colombia ha prevalecido el dominio del pensamiento único y de las políticas neoliberales en el campo educativo, que ha conllevado a la privatización pública. Esta situación niega la educación como derecho fundamental y la reduce a un servicio transable en la economía de mercado. Los diferentes gobiernos, sumisos a la Cartilla del consenso de Washington, han renunciado a la construcción de políticas educativas públicas para favorecer sus intereses particulares y los del capital internacional, mediante la implementación de políticas educativas de Gobierno. En este contexto, construir política educativa pública es un reto que se fundamenta en la defensa de la educación pública, la educación como derecho fundamental, la construcción de la democracia, la justicia social y la paz. Es una opción alternativa que se construye con la participación reflexiva, deliberativa, y decisoria de todos, con pensamiento crítico, en cuanto se asume la educación pública como bien común y patrimonio de la humanidad, y como tal, su enajenación en intereses particulares contribuye a profundizar una educación de clase, excluyente, que justifica las desigualdades sociales. La construcción de políticas educativas públicas se sitúa en la perspectiva de la emancipación de los pueblos.
