"Hoy ya no es evidente que la ciencia y la tecnología que conduzca, necesariamente, al bienestar de la humanidad, pues hemos visto también sus efectos contrarios; tampoco lo es pensar que el aumento en la productividad y la eficiencia económica hayan beneficiado las condiciones básicas de vida de la humanidad en su conjunto; mucho menos evidente es que la democracia vaya hacer de las nuestras, sociedades de individuos libres, al igual que no lo es pensar que la ampliación del mercado y sus consiguientes efectos como la promoción de una red global de comunicaciones, permitan a los hombres un mayor estado de libertad en su vida social. Todo lo anterior sugiere que debemos empezar a hacer preguntas, porque aún no tenemos respuestas definitivas, y para ello debemos mirar lo que está sucediendo, debemos estudiar las manifestaciones humanas y su riqueza que, en un primer momento parecen esquivas al anhelo –Tal vez no sea más que eso y en cuanto tal debe mantenerse- de libertad del hombre” (Coral, 2004, p. 297)