La palabra es el caballo de Troya que el escritor obsequia a y frilta en la mente del lector: cuando éste abre las puertas de su imaginación creativa saltan del mundo, de la vida y de los libros los futuros seres que poblarán su alma y esparcirán en él las semillas de otras realidades. Después el lector hace lo mismo: se abandona a mundos y a textos ajenos y, pretextando rescatar los sueños humanos, regala otros caballos. La metamorfosis ha dado su vuelta: ahora es el lector quien coloca en otros los huevos de las futuras mariposas. por estas venideras palabras expongo aquí diez razones por las que escribo.