Este texto es metafórico e intenta asociar los aspectos fenomenológicos de la Educación Ambiental al itinerario surrealista de René Magritte. A través de la deformación de las imágenes, busca descargarse contra los obstáculos epistemológicos debidos a la transformación de ideas, pensamientos y sentimientos. En la reforma del conocimiento, arriesga un vuelo vertical de aprendizaje de bachiller al desbordamiento de sentidos polisémicos. Inacabado como el ser humano, el texto reconoce que la inexactitud puede generar incomodidad. Es intencionado el argumento de tramas (deformación) al guiño político-conceptual de la reforma en Educación Ambiental.