El.artículo presenta una defensa de la enseñanza de la Historia y de la Geografía en la educación básica y media, y señala como principal argumento de su enseñanza independiente el necesario rigor académico que debe acompañar el trabajo didáctico, y que supone el manejo, por parte del docente, de estas dos disciplinas -tradicionalmente denominadas Estudios o Ciencias Sociales en la educación básica-, de los elementos propios de la enseñabilidad de cada una. Se pone énfasis en que las dos disciplinas, apoyadas por los aportes de otras ciencias sociales, deben contribuir, al igual que otro tipo de asignaturas, a formar intelectualmente desde el proceder lógico, que conduce a potenciar las capacidades intelectuales y a evidenciar la posibilidad de aporte personal a la consecución del bien de la sociedad.