América Latina comienza a ser de nuevo para Colombia el escenario geográfico, cultural e histórico para el desarrollo de sus relaciones internacionales. Por tanto, es positivo que el vecindario latinoamericano comience a jugar un papel central en el marco de la nueva política exterior colombiana, en donde las relaciones con la religión se empiezan a desarrollar más por convicción que por obligación. En este contexto, se destaca lo que podría denominarse "la nueva estrategia sudamericana" de la política exterior del gobierno Santos.