I. Nuestra Vocación a la Santidad en la Iglesia. p.14 II. Fidelidad a nuestra hora. La hora de la iglesia y de la vida religiosa. p.20 III. La iglesia, sacramento del amor de Dios. La vida consagrada, expresión de un Dios que es amor. p.34 IV. La iglesia, expresión de la comunión trinitaria. Sentido de la comunidad en la vida consagrada. p.45 V. La iglesia de la Kénosis. Sentido kenótico de la vida religiosa. p.55 VI. La iglesia, sacramento del Cristo pascual. Sentido de nuestra verdadera revonación religiosa. p.66 VII. La iglesia de Pentecostés. La vida consagrada. p.77 VIII. La iglesia misionera. Responsabilidad misionera de la vida religiosa. p.85 IX. La iglesia, luz de los pueblos. La vida religiosa como manifestación de la luz que es Cristo. p.94 X. La iglesia servidora de los hombres. La vida consagrada como servicio de salvación en la iglesia. p.104 XI. La iglesia profética. La misión profética en la iglesia y su expresión en la vida religiosa. p.113 XII. La iglesia de la reconciliación. La vida religiosa, una llamada fuerte de reconciliación. p.122 XIII. La iglesia, oración y contemplación. La experiencia de Dios en la vida consagrada. p.130 XIV. La iglesia de la alegría y la esperanza. La vida religiosa, signo cualificado de este gozo. p.141 XV. María, Madre de la Iglesia y signo de nuestra esperanza. p.156 Apéndica. Un carisma al servicio de la Igle p.163.