El niño llega a la escuela con unas pautas emocionales aprendidas en el seno familiar. Por ello, padres y profesores deberán compartir la tarea de ser el espejo y modelo en el que los niños se miren. Las tutorías son el momento clave para intercambiar información y construir juntos la forma de educar a cada niño, adecuada a sus necesidades efectivas y emocionales.