Este artículo trabaja a partir de una reflexión personal sobre la didáctica de la expresión oral y la escucha. Pretende demostrar que las habilidades comunicativas (hablar y escuchar) están siendo relegadas debido a la inminente priorización que en las aulas se hace de los procesos de lectura y escritura. En la primera parte del texto se lleva a cabo una breve descripción de la situación-problema, a partir de la revisión de las prácticas tradicionales de enseñanza de esta habilidades y de la teoría que las orienta. En la segunda parte, se plantea brevemente una propuesta de trabajo centrada en la narración oral escénica como estrategia didáctica que algunos aprendizajes relacionados con ellas.