El texto ubica los antecedentes históricos de las actualidades revoluciones científicas y tecnológicas, y las consecuencias que para la formación de las nuevas generaciones tiene esta nueva realidad cultural. En estas condiciones, la enseñanza tendría como horizonte la formación de mentes para pensar las artes, las ciencias, las profesiones y las tecnologías. Evaluar ese proceso requiere superar las técnicas estandarizadas aplicadas en la pruebas PISA promovidas por la burocracia internacional.