A los propietarios de canteras, por ejemplo, nunca se les a exigido el pago de regalías adecuadas, tampoco a quienes sacan de los ríos material de construcción. Loa habitantes urbanos no hemos asumido los costos ambientales de las viviendas, las oficinas, las bodegas, los sitios de comercio y la infraestructura vial.