En la actual sociedad tecnológica, la educación, lejos de perder protagonismo, adquiere un papel primordial: la corresponde a la escuela dotar a los niños y jóvenes de herramientas críticas que funcionen como brújula para navegar entre el océano de información que les inunda. Así lo valora este investigador británico, profesor de la Universidad de Loghborough y experto en jóvenes y cultura digital, que también alerta de que la tecnología, por si sola, no lleva a una sociedad más sabia. Es necesario usarla con criterio. De lo contrario, los tuits se pierden en la "histeria de la muchedumbre".