Los servicios públicos, prestados de manera cualitativa, son garantía de un desarrollo sostenible para los territorios en donde se implementan. Deben contar con un compromiso firme y duraredero por parte de las empresas que los prestan, sean estas de carácter público, privado, o mixto, siempre bajo la supervisión estatal. Además tiene que ser parte activa de las políticas públicas de la circunscripción de cualquier zona, impulsando la competividad y el progreso en general.