A causa de los duros datos macroeconómicos a los que nuestro país debe hacer frente en estos momentos, un número creciente de empresas incorporan en sus planes de venta, de forma mucho más seria que en el pasado, el gran salto a los mercados internacionales. Los directivos, en especial los comerciales, sufren una presión creciente para expandir sus zonas geográficas y lograr compensar la caída de las ventas domésticas. En la mayoría de ocasiones, las organizaciones reconocen las oportunidades exportadoras con relativa facilidad. Mucho más difícil les resulta formular y preparar la estrategia correcta para abordar este reto. En muchos casos, el papel del director de Ventas es clave para el éxito de la aventura