Los centros de Secundaria deben avanzar hacia una relación de mayor reciprocidad con la Universidad. Para conseguirlo necesitan un proyecto global que genero propuestas de mejora profesional centradas en el currículo y en el progreso de todo el alumnado. Se impone el abandono de las "prácticas tutorizadas" que los recién graduados efectúan en centros de Secundaria para apostar por un modelo que dé forma a la identidad profesional del practicante.