La consecuencia final del proceso de atomización y subordinación de la pedagogía es su conversión en un saber instrumental que ha dado lugar a toda suerte de confusiones y ambivalencias, pues se ha llegado a considerar como equivalentes, como situados en un mismo nivel la pedagogía, la educación, la institución, la enseñanza y la didáctica, haciendo del campo de la pedagogía una verdadera torre de Babel.