Al cumplirse un año de la explícita y radical sumisión del gobierno socialista del señor Zapatero a los mercados financieros internacionales, y en plena campaña electoral para distintos comicios locales y autonómicos, el sonoro aldabonazo del movimiento del 15 de mayo ha eclipsado en un abrir y cerrar de ojos la aburrida y huera publicidad comercial que los partidos políticos españoles venían formulariamente presentando como genuina propaganda política.