En este ensayo, el autor entrelaza distintos conceptos: por medio del verbo theorein, que es contemplar a fondo, relaciona drama y teoría, y esto con el juego, y a partir de él con la mimesis y la música: actividades todas que suponen el azar. Se remonta al periodo clásico de Grecia para examinar el surgimiento del deporte como algo separado de la guerra en el marco de una sociedad jovial. Se esbozan los rudimentos de una teoría dramática de la sociedad y su relación con los procesos de aprendizaje y de enseñanza.