Por vez primera, víctimas de terrorismo entran en las aulas de Euskadi para contar su trágica experiencia personal. Lo hacen con un sentido educativo y el impacto en el alumnado es inmediato. Es una forma de unir memoria y educación, desterrar el silencio sobre este tema y hacer consiente al alumnado del valor máximo del derecho a la vida. Alrededor de esta sesión se desarrollan actividades de análisis de diferentes tipos de violencia.