El artículo parte de la siguiente lectura: en distintas ocasiones, Levinas se refiere al pensamiento de Nietzsche, a su risa, que ¿rechaza el lenguaje¿; sorprendentemente, Levinas no sitúa a Nietzsche, a diferencia de Heidegger, como el último metafísico, sino que lo descoloca en esta historia, subrayando más bien la ¿extrema juventud¿ de la risa nietzscheana. Este artículo propone mostrar cómo la risa nietzscheana se articula con lo que Levinas llamaba una ¿subjetividad del sujeto inocente de conjunciones ontológicas¿. Se concluye con una reflexión sobre la vergüenza y los límites del hombre.