Desde la entrada de la directiva europea sobre interferencias electromagnéticas, se debe tener especial cuidado en emitir un nivel de radiaciones por encima de la norma. No obstante, las emisiones son inevitables y provienen de muy diversas fuentes, lo que implica que todos los equipos de control y medida se encuentren sometidos a diferentes radiaciones que en la mayoría de los casos no afectan al control o la medida del equipo. Ello no es óbice para que, aunque sea solo una vez, ello pueda traer consigo consecuencias catastróficas en el peor momento. Como consecuencia, se han tenido que desarrollar armarios y equipamientos especiales para aislar lo máximo posible a los elementos de medida y control.
