Innovar implica romper con esquemas preestablecidos (...) de ahí la organización innovadora deba evitar forma de normalización para su coordinación, y huir de las trabas de la estructura burocrática (...) La innovación avanzada requiere una configuración distinta que permita la integración de expertos de distintas disciplinas en bloques y equipos ad hoc perfectamente engranados (...) Que se han convertido en las androcracias de nuestra sociedad (Mintzberg-Quinn 1991).