La informática ha entrado de lleno en el mundo industrial, desde los ordenadores tradicionales hasta los específicamente diseñados para estas aplicaciones. Pero, sin duda, uno de los segmentos que mayor crecimiento ha experimentado a lo largo de los últimos años ha sido el de las tarjetas industriales basadas en procesadores Power PC. Tras unos inicios inciertos, la nueva generación de tarjetas cuenta con una arquitectura estabilizada y unas prestaciones muy superiores. Centradas sobre todo en las aplicaciones en tiempo real, son las tarjetas para el bus VME las que han tirado de la demanda, aunque actualmente otros formatos como CompactPCI empiezan a ganar presencia en el mercado.
