Las DRAM pueden calificarse como componentes claves para la industria microelectrónica tanto por la avanzada tecnología necesaria para su fabricación como por su presencia en todos los sistemas informáticos, así como en función del importante mercado que constituye estos dispositivos. Partiendo de arquitecturas ya veteranas, como FPM y EDO, las memorias síncronas parasen imponer su ley de forma progresiva, al tiempo que empieza hacer su aparición nuevas opciones. En este sentido, destaca especialmente el elevado ancho de banda, que se acerca ya al orden de los gigabits por segundo, de las Rambus. El ancho de banda contra los esfuerzos investigadores de los fabricantes empujados por la paralela evolución de los microprocesadores.
