Las nuevas redes que se están construyendo y que se basan en el uso del protocolo IP ofrecen grandes oportunidades de negocio relacionadas con la integración de voz, datos y las aplicaciones multimedia, a pesar de que aún quedan algunos aspectos abiertos, relacionados con la regulación, la estandarización y la calidad de servicio. El protocolo IP es el aglutinante que hace que cualquier tipo de servicio se pueda dar sobre la misma red y, junto con la movilidad y la personalización, forma la base de las redes del futuro.