Las grandes expectativas que existen desde hace ya varios años acerca de las oportunidades de negocio que brinda el sector de las telecomunicaciones se están cumpliendo, pero sólo en parte. Por un lado, las empresas del sector siguen registrando notables incrementos de sus ingresos, en parte gracias a la demanda que llega del exterior, principalmente de los países iberoamericanos. Sin embargo, subsisten algunas dudas en lo que se refiere al despliegue de las redes avanzadas en España, como es el caso de las comunicaciones móviles de Tercera Generación o las redes de banda ancha. Finalmente, el entorno económico y la debilidad de la demanda han empujado a importantes suministradores de todo el mundo a recortar sus previsiones, así como a despedir a buena parte de su plantilla. Eso sí, los efectos en nuestro país están siendo prácticamente nulos.
