El gran volumen de negocio que caracteriza al mercado de redes de telecomunicaciones hace que su evolución haya sido dispar durante el pasado año. Ahora bien, en términos generales las tasas de crecimiento han sido negativas o bien inferiores a las previstas, lo cual demuestra la debilidad de la demanda. Esta evolución sigue la tendencia internacional, con una sobrecapacidad de las infraestructuras de comunicaciones que coincide con una crisis económica que, en el caso de EE.UU. se encuentra ya en vías de recuperación. En cuanto a las previsiones a corto plazo elaboradas por los profesionales de algunas empresas, también se aprecian diferentes grados de optimismo, pero siempre en un contexto de cautela generalizada.