En este artículo se busca establecer un contrapunto entre la doctrina de Tomás de Aquino acerca del problema del mal y las más habituales respuestas modernas y contemporáneas a esta cuestión: la ¿teodicea¿, o justificación nacional de la conducta de Dios y la ¿defensa del libre albedrío¿. Adicionalmente, se propone la caracterización metafísica del mal como privación, tal como la entiende Tomás de Aquino, como un punto clave para iluminar el debate actual sobre la cuestión.