La rápida evolución de los mercados de redes de telecomunicaciones y comunicaciones de datos está propiciando una amplia utilización de los procesadores de red. Estos dispositivos ofrecen una serie de ventajas en relación con las soluciones basadas en ASIC: posibilidad de implementación de interfaces estándar para enviar/recibir los datos a procesar, obtención del software funcional de terceras fuentes, así como el refinamiento e introducción de cambios en su funcionalidad durante el proceso de diseño del producto.