Pese a que se advierta un mayor sosiego entre los profesionales que se pronuncian sobre la situación del sector de las telecomunicaciones, no estamos en condiciones de afirmar que la coyuntura mejora. Sería más acertado hablar de resignación, ya que la crisis es, por desgracia, una realidad incuestionable. Sin embargo, los responsables de las empresas que nos han ofrecido sus opiniones al respecto han sido capaces de ver incluso algunos aspectos positivos entre tanta adversidad, algo particularmente loable tras dos años marcados, en el mejor de los casos, por una gran incertidumbre para aquellas empresas que están logrando sobrevivir al peor momento para este mercado en toda su historia.
