Al plantearse la cuestión sobre cuál es el mejor generador de imágenes -¿CCD o CMOS?-, realmente debería preguntarse cuál se ajusta mejor a una aplicación determinada, dependiendo de si el procesamiento se realiza mediante un ordenador o mediante el ojo y la mente humanos, si se usan imágenes fijas o en movimiento, si el escenario cambia rápidamente o no, etc. Entre los criterios susceptibles de influir sobre la decisión, cabe destacar que el fácil uso, el consumo de energía y los costes son a menudo tanto o más importantes que el rendimiento electroóptico. Este artículo describe los aspectos de rendimiento de ambos tipos de sensores y su posible desarrollo.