Componentes. La tecnología de los sensores de efecto Hall ha avanzado de forma significativa, ofreciendo mayores y mejores prestaciones, precisión, robustez y fiabilidad a precios muy razonables. Se utilizan de forma masiva en aplicaciones de automoción en las cuales el coste, la calidad, la fiabilidad y la capacidad para soportar condiciones externas muy duras son factores determinantes en aplicaciones tanto de seguridad crítica como detención de movimiento, posición, velocidad, dirección, proximidad y medida de corriente eléctrica.