La famosa escuela inglesa, creada por Alexander S. Neill hace 91 años, continúa levantando polémica por no obligar a sus alumnos a asistir a clases. Un principio esencial de su filosofía que, en 1999, la llevó a enfrentase con el Gobierno de Tony Blair: la sentencia del Supremo Confirma el derecho de los menores a ser protagonistas de su educación. Para conocerla mejor acompañamos, durante una jornada escolar, a dos de sus 75 alumnos.