En la ciudad de Medellín, la violencia expresada de diversas formas, está afectando directamente la configuración de subjetividades de los niños y adolescentes. En sus entornos barriales y escolares se están creando nuevos espacios de socialización en relación con actores armados, hacia los cuales se sienten atraídos los estudiantes, incidiendo éstos en su construcción de referentes de vida. De otro lado, se presenta una situación novedosa y tiene que ver con una mayor presencia de las niñas adolecentes mujeres en el conflicto urbano-escolar, hecho que está ubicado en otro lugar a las mujeres, como botines y actoras de la guerra.