La conformidad con la Directiva RoHS mantuvo ocupado a muchos empleados en todos los sectores de la industria electrónica durante largos periodos de tiempo antes de 1 julio de 2006. Se sigue registrando una enorme actividad relacionada con RoHS después de la implementación y se constatan numerosos efectos secundarios de la legislación. Aparte de RoHS, la tendencia de la industria hacia sistemas de la próxima generación continúa siendo un motor del diseño de componentes y circuitos. Velocidades más altas, funcionamiento a bajas tenciones y altas corrientes, así como densidades más altas de componentes, son solamente algunos factores que ponen a prueba la capacidad y los conocimientos técnicos de los fabricantes de componentes. En este artículo se hace especial hincapié en el impacto sobre los fabricantes de condensadores.