Es difícil pasar por alto el gran papel de la electrónica en la vida diaria. Los consumidores y las empresas cada vez compran y confían en la Electrónica. Como es natural, existen grandes expectativas en cuanto al rendimiento. Se da por hecho que siempre habrá un sistema se necesite y que este nunca supondrá un riesgo para la seguridad. Sin embargo, el mercado de equipos y productos es muy competitivo y los compradores responsables no suelen olvidar las malas experiencias, razón por la cual los proveedores están buscando la manera de reducir la privacidad de fallos a prácticamente cero. Este criterio se está aplicando a las fases más iniciales del ciclo de desarrollo de los productos.