El desarrollo de la tecnología de procesadores multinúcleo resulta apasionante para el segmento de los sistemas embebidos ya que promete ofrecer unas prestaciones todavía superiores sin que ello dependa únicamente del incremento de la velocidad de reloj del procesador, evitando así la lucha continua con el consumo de energía y la disipación del calor, que son dificultades surgidas a raíz de la mayor velocidad de los procesadores de un solo núcleo.