La tarificación de los servicios ATM (Modo de Transferencia Asíncrono) va a presentar una serie de desafíos a las compañías proveedoras. Parece que existe un cierto estado de caos entre ellas por el ancho de banda que, con el advenimiento de los equipos ATM, van a tener entre manos: no solo en cuanto a qué van a hacer con él sino, lo que es más importante, cómo lo van a cobrar. El propósito de este artículo es examinar los criterios que se están manejando en este entorno y proporcionar al lector algunos puntos para la reflexión.