El presente trabajo se mueve en el marco del Primer Libro del Tratado, en lo concerniente a la problemática de la identidad personal; y contra la denunciada imposibilidad -mostrada por Hume mismo en su Apéndice al Tratado- de salvar las contradicciones que en él se presentan, pretende -mediante el uso de analogía con el poema épico- consiliar la dificultad de comprender un yo presentado como haz de percepciones.