Una de las tesis fundamentales del pensamiento medieval fue aquella que sostiene que "el lugar de la verdad es el juicio". En contra de esta tesis la fenomenología sostiene que el lugar primordial de la verdad es la experiencia. El mundo de la predicación, el mundo de los conceptos y de los juicios se justifica como el esfuerzo del ser humano por delimitar, fijar y esclarecer el sentido de aquello que hemos experimentado en la vida cotidiana, algo nacesario para la comunicación y el diálogo entre los hombres. Si no nos ponemos de acuerdo con el sentido de la experiencia que se ha sedimentado en el lenguaje el diálogo sería imposible. Pero la verdad predictiva presupone y se fundamenta en una verdad predicativa, la vivida a través de la experiencia.