La película Carandirú comienza diciéndonos que la historia mostrada está basada en echos de la vida real. En síntesis, su tesis fundamental afirma que la muerte de 111 reclusos es consecuencia del abuso de autoridad por parte de la fuerza pública, la cual cumplía órdenes de los gobernantes de turno. Frente a esta tesis está la de la "historia oficial" que, tambien basada en echos de la vida real, afirma que los reclusos murieron debido al desorden interno ocacionado por ellos mismos; lo que hizo la fuerza pública fue restablecer el orden para garantizar la vida de los reclusos; los muertos fueron simples "efectos colaterales". Como vemos son miradas distintas sobre una misma realidad.