En la actualidad los estudios bíblicos se mueven bajo la influencia de nuevos campos del conocimiento: literatura, lingüística, narrativa, retórica, semiótica, filosofía. Además, en el estudio de la Sagrada Escritura se busca hoy con mayor insistencia el significado profundo del texto, su dimensión existencial. Los actores de las últimas tres décadas son testigos de esta realidad.