Ante la urgencia de un método apropiado para la constitución de una filosofía de la religión como disciplina autónoma y regurosa, Duméry examina los diversos métodos que se han adoptado en la hitoria del pensamiento para enfrentar al fonómeno religioso, para proponer un método definitivo: el método de descriminación. Dicho método se servirá del método de comprensión (propio de la fenomenología) para completarlo con una ontología y axiología que respete y lleve a la luz el dinamismo del espíritu que tiende a lo Absoluto en su misma marcha de liberación.