Hay cierta ¿carencia¿ en el pensamiento de Lévinas. Verla supone ir más allá del propio logos griego, logos del que el francés no supo ni quiso salir y por ello permaneció encerrado dentro de la misma lógica de la barbarie occidental que su pensamiento intenta destruir. Queremos situar el tiempo como exitus hacia el otro; exitus que se torna exilio en el mismo momento que el tiempo es pensado desde la dimensión de pasado, como en el judaísmo, o de futuro, como en el cristianismo. La correcta comprensión del tiempo que nace del otro es el presente, el tiempo mesiánico