La Juventud Obrera Cristiana [JOC] tiene sus orígenes en Bruselas en 1912 y en un contexto de cambio profundo en el que el movimiento social católico necesitaba actuar de manera distinta a como lo venia haciendo en los medios populares. El método educativo que va a construir Cardijn para la JOC se basa sobre tres grandes pilares: aprender a ver, a juzgar y a actuar, concediendo más importancia a la vida y a los hechos cotidianos como configuradores de la personalidad juvenil que a las ideas doctrinales. Tras presentar a su fundador, se esboza su modelo educativo antes de interesarse en los orígenes de la JOC en España antes de la guerra, en el proyecto de crear una federación de jóvenes católicos obreros, concluyendo en algunas sobre la JOC durante el franquismo.