Con el transcurso de los siglos, la emigración fue modelando a Galicia como una comunidad escindida en dos grupos humanos, uno radicado en su propio territorio y otro fuera de él. Conforme se incrementan los flujos de salidas y la emigración adquiere la categoría de éxodo, las relaciones entre los dos segmento demográficos y sus respectivos espacios de referencia se diversifican, se afianzan y encuentran plasmación en distintas esferas, entre ellas la educativa, principalmente a través de la intervención y sus realizaciones concretas durante un dilatado intervalo de más de trescientos años a lo largo de cuatro siglos (XVII-XX). El contenido del trabajo permite concluir que la acción de los emigrantes constituyó un factor de estímulo de primera magnitud a favor de la expansión de la red escolar por la geografía gallega y su modernización