La evolución global de la matrícula universitaria española en la Edad Moderna presenta dos fases muy definidas: un alza espectacular centrada en el siglo XVI, que se acusa en sus últimas décadas, y un declive y estancamiento que se extenderá a lo largo de los dos siglos siguientes. Esto es al menos lo que parece desprenderse de estudios recientes como los de R. Kagan sobre las universidades de la Corona de Castilla.